REPENSANDO EL AMOR ROMÁNTICO: OTRAS FORMAS DE AMOR SON POSIBLES

Cada 14 de febrero, Día de San Valentín, tiene lugar una celebración tradicional que ha sido asimilada por la Iglesia católica con la designación de San Valentín como patrono de lxs enamoradxs. En tiempos modernos se hizo popular en muchos países, especialmente en los anglosajones, expandiéndose a otros lugares a partir del siglo XX.



Durante ese día y los previos, un despliegue de propuestas de actividades, promociones bancarias, ofertas con suculentos descuentos van sustentando la idea de la pareja heterosexual como la adjudicataria de los festejos, solventando la idea de que el modo es el agasajo a través del consumo de diferentes productos que harán que una o las dos personas que forman esa pareja se sientan mejor y más amadas. Las cábalas en general aparecen dirigidas a las mujeres que no están casadas o no tienen parejas y que, por supuesto, apuntan a encontrar un varón para completar su existencia.


Un despliegue de imágenes, sonidos y consignas que propician la idea del "amor romántico" se dirigen a la pareja heterosexual con un objetivo final: la construcción de la familia heterosexual binaria. En nuestro tiempo, "el amor romántico" es un modelo de conducta amorosa que refuerza una idea sobre "el significado del amor" y sobre qué sentimientos o emociones deben de sentirse. Esta idea es transmitida a través de canciones, novelas, películas, anuncios, libros, entre otros. El ideal o mito del amor romántico puede hacer que se generen situaciones de dependencia emocional y se desarrollen situaciones de violencia ya desde el noviazgo, basándose en que "el amor todo lo puede".

¿Es posible construir un amor compañero, un compañerismo amoroso? ¿Qué necesitamos para que suceda? ¿Cuáles son las bases?


Se puede construir desde la idea de que yo tengo los mismos derechos que el otrx, que podemos tratarnos como compañerxs el tiempo que estemos juntxs, que podemos seguir queriéndonos durante la ruptura, y también después de la ruptura, el vínculo de respeto se perpetúa porque no concibo al otrx como una posesión o no soy posesión del otrx, ni dependemos unx del otrx para poder vivir una vida plena.


Es una forma de relacionarse igualitariamente, sin jerarquías, sin dominación ni sumisión, sin sufrimientos, sin dependencias. Es una forma de relación basada en la confianza y la complicidad, que igual que construimos con lxs amigxs, también podemos hacerlo con la pareja.
Es posible cuando desde la infancia recibimos ESI, aprendemos a expresar nuestros sentimientos, para aprender a disfrutar con la diversidad, para aprender a relacionarnos en igualdad y desde la perspectiva de los cuidados.


Preguntas que pueden ayudar a visibilizar relaciones poco saludables:

Tu pareja: ¿Te desvaloriza, te ofende o te descalifica? ¿Te obliga a hacer cosas que no querés? ¿Amenaza con dejarte cuando no hacés lo que quiere? ¿Sentís miedo a sus reacciones? Aunque sea jugando, ¿alguna vez te empujó, te pegó, te torció el brazo? ¿Se enoja cuando le dedicás tiempo a las cosas que te gustan? ¿Expresa celos por tus amigxs o tu familia o hace de eso un conflicto? ¿Te controla las llamadas telefónicas, los mensajes de texto del celular o los mails? ¿Pretende cambiar tus decisiones? ¿Se enoja si no le avisás que salís? ¿Critica tu forma de vestir?



También es importante incitar a la reflexión sobre los cambios en los estereotipos sexuales hombre-mujer, para dejar de justificar la violencia de la pareja como algo natural e inevitable en los hombres. "Deconstruir los roles de género que determinan culturalmente que el varón es el que domina, y colocan a la mujer en el lugar de la sumisión, trabajar con la idealización que construyen las jóvenes con el amor romántico, ese amor que todo lo perdona, que todo lo entiende, ese amor que disfrazado de amor para toda la vida es, en realidad, el comienzo de una relación intoxicada por el control y la posesión".



A nivel individual, es importante fomentar el conocimiento de los derechos, enseñar el autocuidado y promover el desarrollo de la autoestima. Incentivar el aprendizaje de habilidades comunicacionales, expresión de sentimientos, de negociación, de enfrentamiento de diferencias y búsqueda de ayuda.

En lo que va de este siglo, hemos experimentado cambios sociales emancipadores en muchos sentidos, a través de las luchas, la interpelación de diferentes colectivos (de mujeres, de migrantes, LGBTINB+, etc.) que se cristalizaron en leyes y políticas públicas que permiten otros vínculos, amparan acciones y defienden las vidas libres de violencia.



Repensar el amor romántico implica un trabajo de introspección individual con consecuencias colectivas, ya que se cuestionan modelos que intentan permanecer socialmente con fuertes rasgos de dominación patriarcal.

El desmantelamiento de esas políticas públicas, el ataque permanente a la ESI, la desvalorización de las identidades por parte del Gobierno Nacional implican un retroceso en los vínculos, llevan a la soledad y el aislamiento por lo que se hace necesario fortalecer espacios de debate, de circulación de la palabra en términos de diálogo para que el camino del amor y la afectividad dé lugar a nuevas formas, sin posesión y sin violencia.