En los establecimientos escolares, además de los anteriormente mencionados, debemos tener en cuenta como posibles ámbitos de criaderos: el entorno del edificio, aulas, talleres, laboratorio, sala de informática, bibliotecas, sanitarios, oficinas, predios destinados a la acumulación de materiales, pañoles, cámaras de montacargas y ascensores, salas de máquinas (bombas cloacales y de agua), intendencias y torres de enfriamiento.
En nuestros barrios podemos detener el ciclo evolutivo del mosquito controlando especialmente vehículos en desuso, malezas y veredas rotas o desniveladas, canaletas rotas o tapadas, desagües rotos o tapados, caños rotos, charcos, recipientes de residuos sin tapa, envases de plástico o vidrio y en los huecos de los árboles. Debemos erradicar los microbasurales y no generarlos.
¿Cómo erradicamos los criaderos de Aedes aegypti?
En todos los ámbitos y situaciones anteriormente enumeradas se procederá a:
Descacharrización: Es el retiro de todos aquellos objetos inservibles que constituyan posibles criaderos y que sean fáciles de remover, asegurando su recolocación en lugares que no perjudiquen a la comunidad.
Neutralización de recipientes útiles o que no pueden ser removidos, a través de:
Limpiar el interior del recipiente refregando con cepillo o esponja.
Tapar con tela o plástico impermeable. En particular verificar las tapas de tanques de agua. De no existir las mismas o estar rotas proceder a cubrirlos, previa limpieza del tanque.
Volcar el recipiente, eliminar el contenido y dejarlo con la boca hacia abajo.
Guardar bajo techo.
Rellenar con tierra o arena los huecos de árboles, rocas, paredes o tapias, pozos, construcciones o letrinas abandonadas y depresiones de terreno.
Cloración: de piletas o estanques
Desmalezamiento y corte de pasto con periodicidad de parques o jardines cercanos a los lugares habitados.