La medida dictada por el juez federal Daniel Herrera Piedrabuena dictó el procesamiento de los genocidas por los delitos de "homicidio calificado", "asociación ilícita", y "tentativa de homicidio".
En la causa también está acusado el ex jefe de la policía provincial y ex militar Edilio Cristóbal Di Cesare, cuyo procesamiento ha quedado en suspenso hasta que se constate que la enfermedad que sufre es incurable.
Angelelli, obispo de La Rioja por entonces, fue víctima de un accidente fraguado, en el que también recibió lesiones el sacerdote Arturo Aído Pinto. El crimen ocurrió el 4 de agosto de 1976 cuando viajaba con Pinto, su ayudante, desde Chamical a la capital riojana. Angelelli viajaba con documentación de la investigación sobre la tortura y asesinato de los sacerdotes Gabriel de Longueville y Juan de Dios Murías.