Primero nos quedamos unos días en El Calafate. Allí nos alojamos en el hotel Marcopolo Suits, y ni bien nos acomodamos recorrimos el lugar, y al otro día comenzamos con las actividades. Visitamos el Parque Nacional El Calafate, donde nos encontramos y nos emocionamos, junto al Himno Nacional, con el Glaciar Perito Moreno, imponente ante nuestros ojos. Allí algunos de los compañeros decidieron embarcarse unos minutos, para llegar a 400 metros de este imponente glaciar. 

El tercer día la mayoría se embarcó para ir a visitar los glaciares Upsala, Spagazzini y el Perito Moreno, y de esta embarcación sacamos las fotos más lindas e imponentes. Otros decidieron una actividad un poquito más movida; quisieron sentir bien de cerca el glaciar Perito Moreno, y para eso se pusieron ropa adecuada y fueron a caminar sobre el hielo del glaciar. Terminaron con un brindis sobre el glaciar, con whisky y qué mejor que el hielo del propio glaciar!

El último día en El Calafate visitamos la cuidad, y fuimos a conocer las Cuevas del Walichu, un sitio arqueológico en donde observamos claras artes rupestres. Otros decidieron ir a conocer El Chaltén, conocido por sus diferentes caminatas autoguiadas. 

Luego partimos hacia Ushuaia, y nos alojamos en el Hotel Villa Brescia ubicado en el corazón de la cuidad. Al día siguiente fuimos al Parque Nacional Tierra del Fuego, y nos subimos al Tren del Fin del Mundo, que tiene un paisaje tan impactante como la historia que nos contaron. Nos fuimos muy contentos con toda la excursión, pero ahí no terminaba el día ya que a la tarde nos embarcamos todos juntos para recorrer el Canal de Beagle, desde donde miramos la hermosa cuidad y visitamos la Isla de los Pájaros, la de los Lobos y el Faro Eclaireurs.

Con un día un poco más típico de Ushuaia, ventoso y nublado, recorrimos los principales puntos históricos de la cuidad, y nos detuvimos en los mejores miradores. Con la tarde libre muchos decidimos ir a tomar un rico chocolate caliente.

El último día completo partimos todos a visitar el Lago Fagnano y el Lago Escondido. No nos cansamos entre risas y charlas de disfrutar del hermoso paisaje que tiene nuestro país. Nos detuvimos para hacer un brindis con unos ricos licores, y en el camino de regreso paramos para comer un rico cordero patagónico y hacer divertidas actividades en la nieve, como pasear en trineo tirado con perros. 

Así llegamos al final del viaje, pero como no queríamos perder lugares por recorrer, nos fuimos al Glaciar Martial, a unos 7 minutos de la cuidad, en donde tomamos un rico te, y disfrutamos de la vista desde arriba de las aerosillas. Fue realmente un hermoso e inolvidable viaje compartido con compañeros que vinieron muy emocionados y felices!!!