11/10/2016
Sabemos que las evaluaciones estandarizadas de aprendizaje nunca evalúan todo lo que se aprende, porque siempre se realiza un recorte intencionado del currículo. Lo deseable sería tener en cuenta la relevancia social de los saberes, el contexto del alumno, de la escuela y sus trayectorias escolares.
La ecuación en la que subyace que una prueba que mida el desempeño sea igual al aprendizaje, impide considerar los matices que cada sujeto y cada sociedad poseen y que son inherentes a todo proceso de adquisición de conocimiento.
Las pruebas fueron confeccionadas utilizando ítems de respuestas cerradas, condición que reduce al mínimo la retroalimentación en las escuelas. Si lo que se pretende es mejorar la educación, las evaluaciones deberían brindar información. Asimismo, consideramos que las pruebas de ítems de opción múltiple impiden recuperar las ideas que cada alumno pone en juego para responder. Por su parte, la periodicidad anual del Operativo impone un ritmo en el que la enseñanza queda condicionada a las evaluaciones.
El eje pedagógico ha sido un elemento clave de trabajo para los educadores y para SUTEBA en particular. Recordemos que durante el año 1988 se llevaron a cabo acciones con la consigna "Basta de papeles", en ellas nos centrábamos en el aspecto pedagógico, que más tarde se transformaría en "La Educación en Nuestras Manos" que nos ha acompañado a lo largo de 30 años de lucha. En este marco es que decimos que este Operativo corre el eje pedagógico demandando acciones ajenas a la tarea docente.
Desde SUTEBA y CTERA vemos con enorme preocupación este sesgo tecnocrático, en un Operativo que involucra a los docentes en una tarea instrumental que no contempla la visión del trabajador y la dimensión político pedagógica tan necesaria en un proceso de evaluación.