Fue el grito colectivo que inundaba el aire de fuerza y resistencia.
Cantos que nacían directamente de guardapolvos blancos que a la vez teñían de esperanza a nuestro presente.
Un presente que hoy se encuentra en el pasado. Sin embargo, no olvidamos que fuimos protagonistas de la lucha y que en cada mirada podíamos sentir la realidad que supimos dejar atrás.
No olvidamos que el cansancio y la maldita incertidumbre nos acompañaba en esos días pero nosotros, lxs Maestrxs del viento, reavivamos los fuegos para seguir andando.
Marchando sabíamos que estábamos construyendo futuro. "Mareas de guardapolvos urgentes" llegaban a las calles y plazas para levantar las banderas de lucha y de justicia.
En esos raros tiempos nos salvó el abrazo y una palabra cargada de fuerza: "Compañerx".
Nos salvó la palabra justa de nuestrxs dirigentes y la mística que de ellxs se desprende…
No olvidamos aquellos cercanos tiempos, donde la desigualdad, la injusticia social y la desidia se hacían cada vez más presentes…
No olvidamos a nuestrxs compañerxs Sandra y Rubén que fueron parte de esa epopeya y que por culpa de la irresponsabilidad de un gobierno que no tenía en su diccionario las palabras "Trabajadorxs", "Personas" y "Derechos", entre otras, murieron inaceptablemente.
Hoy, ya en tiempos distintos, gritamos que nuestra lucha valió la pena.
La Paritaria Nacional se hizo tangible en un decreto que nos renovó el aire para seguir andando y construyendo tiempos mejores.
Texto compartido por Fernanda Rodríguez, Secretaria General del SUTEBA Luján.