Para sostener este festejo, la Dirección de Cultura de Gualeguaychú ha previsto llevar a cabo una serie de actividades culturales en su sala mayor.
Hace más de cien años, un 23 de agosto de 1910, en Gualeguaychú, los ingenieros Fernández, Poblet y Ortuza, en conjunto con una sociedad integrada por Gustavo de Denken, José Casaretto, Bartolomé Raggio, Julián Irazusta, Nicolás Medrano y Enrique Sobral, dieron origen al Teatro Gualeguaychú, y lo inauguraron el 14 de julio de 1914. Esta importante sala cuenta con un estilo de Secesión Vienesa (cuya escuela data desde fines del siglo XIX y principios del XX), que basa su argumento en la elegancia y la sobriedad formal que aún sabe llevar este gran edificio.
Está ubicado en la Calle Urquiza 705, y en él se destaca el interior de la planta baja, con una Sala compuesta por una planta en forma de herradura, abrazada por una fila de palcos bajos. En el primer nivel se encuentra la tertulia, con sus palcos correspondientes, y por encima del primer nivel el Paraíso.
Es interesante destacar que ésta última parte fue realizada originariamente para las clases sociales más bajas, a quienes se les había habilitado un acceso independiente, por la calle Perón.
Esta obra presenta elementos ornamentales muy particulares, como los estucados realizados en los frisos y columnas de la sala, realizados con técnicas milenarias originadas en el Renacimiento y copiadas por los artesanos locales al momento de su construcción. Otro elemento decorativo a destacar es el cielorraso, que fue confeccionado con chapa estampada, difiriendo de sus contemporáneos al no ofrecer cúpula o frescos. Asimismo, el Telón está totalmente bordado en dorado sobre pana azul, destacando las iniciales del Teatro Gualeguaychú.
Toda la sala poseía un decorado cromático general de color azul que se veía en los tapizados de las butacas y cortinas, junto con el dorado en la ornamentación, el bronce en los apliques, el ocre en su mampostería y pátinas en dorado.
En 1997 fue declarado Monumento Histórico Nacional, iniciándose su recuperación tras el deterioro devenido de la falta de mantenimiento y conservación apropiada. Fue reparado el escenario, su telón y el mecanismo de funcionamiento, incorporando un telón corta fuego, a la usanza de los mejores teatros del mundo, y se consiguieron las copias de los apliques de bronces con sus tulipas, restituyéndole al momento de su reinauguración todo su antiguo esplendor.
El Teatro Gualeguaychú, a lo largo de su nutrida historia, tuvo el privilegio de contener a grandes artistas, desde los hermanos Podestá hasta Luis Sandrini, y supo amoldarse a la época dorada de cine argentino, adoptando la modalidad de Cine - Teatro para mayor disfrute de su público.
Fuente:
Cien Años de Turismo Argentino - www.cienaniosdeturismo.gov.ar