15/04/2016
Somos conscientes de que en el día de hoy comenzará a tratarse en la Cámara de Diputados el pedido de juicio político contra la presidente. Resulta un día clave que determinará el avance de un proceso plagado de irregularidades e inconducente por la falta de evidencias para desplazar a la Presidenta legal y legítima del gobierno de Brasil, atentando así contra la estabilidad democrática de la región. Consideramos que este proceso revela un claro "desprecio al estado democrático de derecho".
Reconocemos, y así lo hemos denunciado en reiteradas oportunidades, que este juicio político no tiene bases fundadas; radica exclusivamente en el accionar de la oposición política, la exacerbación de los medios de comunicación masivos y el interés de algunos sectores del poder judicial brasileño que buscaron la desinformación, el odio contra el gobierno y la polarización ciudadana. El resultado fue la acusación infundada a funcionarios públicos y una campaña de intolerancia y descalificación hacia el gobierno en general.
En este contexto resaltan tanto el repudiable episodio donde el ex mandatario Luiz Inácio "Lula" Da Silva fue llevado a prestar declaración a la policía en forma coercitiva así como los obstáculos para su asunción como Ministro Jefe de la Casa Civil. Ambos son signos de una acción coordinada para dificultar al máximo la gobernabilidad.
Estamos convencidos que esta campaña busca dañar los cimientos de la democracia así como las conquistas de un proceso de transformación de Brasil de la última década que significó una amplia inclusión social, derechos laborales y una equiparación de las oportunidades de los ciudadanos brasileños.
Se aprovecha el contexto de crisis económica para poner en discusión la legitimidad del gobierno y sus funcionarios, con el objeto de permitir que los sectores conservadores de Brasil puedan alzarse con el poder que no obtuvieron por la vía de las urnas. Por ello, nos pronunciamos en rotundo apoyo al gobierno democráticamente electo de la Presidenta y rechazamos contundentemente todos los intentos de destituirla por medio de un juicio político que no tiene bases fundadas.
Estamos en punto de inflexión para la democracia brasileña que marcará el pulso de las ambiciones progresistas para los pueblos de todo el Cono Sur y de sus conquistas democráticas, integración, soberanía y fraternidad regional.
¡Golpe nunca más!