A principios de septiembre nos fuimos a Puerto Madryn con un contingente de compañeras y compañeros. Conocimos Puerto Pirámide, la localidad galesa de Gaiman, Punta Loma, El Doradillo, nos metimos en barco al mar para hacer avistaje de ballenas y, por supuesto, nos comimos un corderito patagónico!
En total viajaron 38 compañeros de las seccionales de Almirante Brown, San Antonio de Areco, La Plata, Lanús, Florencio Varela, La Matanza, San Martín, San Miguel, Vicente López, Merlo, Salto y un numeroso grupo de Morón. Llegamos el viernes 2 al hotel Gran Madryn, designamos las habitaciones previstas ya en el rooming, y luego de descansar y acomodarnos hicimos un city tour.
El sábado después del desayuno salimos tempranito rumbo a Puerto Pirámide para hacer el avistaje de las ballenas en el barco "La mimosa III", de la agencia Bottassi, y estuvimos casi 2 horas mar adentro disfrutando de este espectáculo increíble. A la vuelta, camino al puerto, paramos en el Centro del Visitante de la península, e hicimos una visita guiada.
El domingo dimos un paseo de medio día y tuvimos la tarde libre. Salimos por la mañana para Punta Loma, la reserva de los lobos marinos, y luego fuimos a El Doradillo en donde disfrutamos de una caminata guiada, y nuevamente pudimos observar a las gordas que estaban a unos 50 o 60 metros de la playa, muy cerquita de la orilla en donde estábamos.
A la mañana siguiente salimos camino a Dique Ameghino, a donde llegamos al mediodía y en una parrillita muy cálida nos estaban esperando con ¡cordero patagónico!
Después del cordero hicimos un city tour por Dique Ameghino, donde pudimos recorrer y sacar fotos, y por la tarde regresamos al hotel después de haber disfrutado de un hermoso día.
El martes descansamos un poquito más! Y a eso de las 10 de la mañana salimos para Trelew. Cuando llegamos hicimos un city guiado y entramos al museo, en donde pudimos ver un poco de su historia, desde sus inicios hasta la actualidad, y donde queda muy claro el rol del ferrocarril en la historia de nuestros pueblos. Justamente, el museo funciona en lo que era la vieja estación de trenes de Trelew, que todavía conserva su estructura original.
Después del museo fuimos al Lago de los Cisnes Rosas, en donde aprovechamos para sacar algunas fotos, y retomamos la ruta para ir a la cuidad de Gaiman y tomar el té galés tan típico del lugar, con muchas variedades de tortas, escones, pan casero, y sandwichs de migas. Estuvimos en la casa de té en donde estuvo la Princesa Lady Di, y luego hicimos una caminata por el lugar, recorriendo sus calles y conociendo su historia.
Esa fue nuestra última visita. Luego regresamos al hotel en donde nos esperaba un brindis de despedida ofrecido por el dueño del Hotel Gran Madryn, y a la mañana siguiente, después del desayuno, el micro puso rumbo a Buenos Aires.