Nuevamente Londres, por tercera vez en su historia (las anteriores fueron en 1908 y 1948) será sede de los Juegos Olímpicos. Argentina consiguió 137 plazas para esta etapa de renovación y cambio de nuestros deportistas. Ya no estarán muchos de los nombres consagrados en Atenas 2004 y Beijing 2008 pero estos juegos permitirán experiencia y consolidación para el futuro que
empieza en Río de Janeiro 2016:
La lista de plazas y nombres:
ATLETISMO: 9 plazas BÁSQUET 12 plazas BOXEO 2 plazas CANOTAJE 3 plazas
ESGRIMA 1 plaza
HOCKEY SOBRE CÉSPED 32 plazas
LUCHA 1 plaza NADO SINCRONIZADO 2 plazas NATACIÓN 4 plazas
| YACHTING 8 plazas
TENIS 7 plazas Dobles femenino: Gisela Dulko (14) – Paola Suárez
TENIS DE MESA 1 plaza
TIRO 2 plazas TRIATLÓN 1 plaza TAEKWONDO 2 plazas
VOLEIBOL 12 plazas
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Pero la historia olímpica demuestra que siempre puede haber sorpresas. Fue en esta misma ciudad de Londres donde en 1948 Argentina consiguió uno de los medalleros más abultados de su historia, 7 medallas, repitiendo lo hecho en Amsterdam 1928 y Berlín 1936.
El Medallero histórico de nuestro país: Argentina se ubica en la posición número 41 sobre 222 países participantes con 17 medallas de oro y 66 en total, siendo el 4º país iberoamericano, detrás de Cuba (18º), España (31º) y Brasil (38º), y por delante de México (43º).[3
LA HISTORIA
El nacimiento de los Juegos y los ideales olímpicos
El Barón Pierre de Coubertin fue un pedagogo e historiador francés que soñó con restituir al mundo moderno los juegos que se realizaban en la Antigua grecia.
Fue durante sus estudios en Inglaterra que conoció la doctrina del Cristianismo muscular que
trataba de la búsqueda de la perfección espiritual por medio del deporte y la higiene. Entonces empezó a divulgarla por toda Francia, creó sociedades atléticas, fundó la primera revista dedicada al deporte: la Revue Athlétique, logrando que el gobierno francés acceda a incluirla en sus programas de la Exposición Universal de 1889; y viajó por europa hablando de paz, comprensión, unión y la importancia del deporte para lograrlo.
La primera edición de los juegos modernos se realizó en Atenas en 1896 y desde entonces los Juegos Olímpicos sólo interrumpieron sus ediciones durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
Significan para el mundo el gran sueño que tienen todos los deportistas y conservan el espíritu con el que los creó Coubertin: “una filosofía de la vida que exalta y combina en un conjunto armónico las cualidades del cuerpo, la voluntad y el espíritu. Aliando el deporte con la cultura y la educación, el Olimpismo se propone crear un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo, el valor educativo del buen ejemplo y el respeto por los principios éticos fundamentales universales". O como dice su lema "Citius, Altius, Fortius": más rápido, más alto, más fuerte. Con ello se resume el espíritu deportivo en el que creía Coubertin para que los hombres superen sus propios límites.
La política y los Juegos
Pero los Juegos Olímpicos son también el lugar de las expresiones políticas sobre lo que acontece en el mundo. Expresaron los temores de Hitler en 1933 cuando Jesse Owens, un atleta de orígen afroamericano, ganó 4 medallas y le demostró que la raza aria no era superior; cancelaron su realización durante 12 años (1936-1948) en tiempos de la 2da Guerra Mundial; la emblemática protesta en México 1968, conocida como “Black power”, que los atletas estadounidenses Tommie Smith y John Carlos hicieron al subirse al podio de los 200 metros en primer y tercer lugar respectivamente, para reclamar por los derechos civiles de los negros en su país y por la que fueron luego expulsados de los Juegos; demostraron el rigor de la Guerra Fría con el boicot de EEUU y otros 64 países a los juegos de Moscú 1980 por la invasión de la Unión Soviética a Afganistán y la contestación de 14 países en acuerdo con la URSS que boicotearon la edición de 1984 en Los Angeles (EEUU); o cuando Corea del Sur abandonó su Dictadura y asentó su democracia como condición para obtener la sede de Seúl 88.