CUADERNILLO Nº 1

Enseñar procesos históricos supone, entonces, un/a Docente que no acepta el lugar de acrítico/a repetidor/a de contenidos ritualizados, ni de pasivo/a "aplicador/a" de recetas que le "bajan" las editoriales, ni ejecutor/a de una determinada mirada sobre la historia. Por el contrario, es un/a Docente que, comprometiéndose en la reconstrucción de los contenidos y de su sentido educativo, y en generar condiciones para favorecer el aprendizaje de cada uno de sus alumnxs, asume la honda dimensión intelectual, productora y responsable del trabajo de educar.