Su pensamiento puede resumirse en tres conceptos fundamentales para comprender su obra: "Todos los hombres tienen igual derecho a la vida y a la salud", "No puede haber política sanitaria sin política social" y "De nada sirven las conquistas de la técnica médica si ésta no puede llegar al pueblo por los medios adecuados". Todos ellos, pilares de la política de salud de SUTEBA que se proyectan en el trabajo que realizamos.
Este 7 de marzo se cumplen 117 años del nacimiento de Ramón Carrillo, médico neurocirujano quien fue el primer Ministro de Salud de la República Argentina durante el gobierno de Juan Domingo Perón.
Nacido en Santiago del Estero, mayor de once hermanos en una familia tradicional del NOA, su padre era diputado provincial, docente y periodista.
Ramón Carrillo estudió medicina en Buenos Aires y se graduó con honores. Ese desempeño le permitió acceder a una beca para hacer su especialidad en neurocirugía en universidades europeas.
A su regreso trabajó en el servicio de neurocirugía del Hospital Militar Central junto a su maestro en esa especialidad, el Dr. Balado, de quien luego se alejaría por las diferencias de perspectiva ideológica en la vida universitaria.
Carrillo tuvo en la facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires un paso signado por las tensiones políticas de la época y las disputas académicas siempre presentes en la vida de las casas de altos estudios.
A mediados de los años 30 participó en actividades de FORJA, Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina. Corriente política en la que discutía codo a codo con su amigo y coterráneo Homero Manzi y con Arturo Jauretche, Luis Dellepiane, Gabriel del Mazo y Raúl Scalabrini Ortiz, entre otros.
Perón lo conoce en el Hospital Militar Central en 1944 y le llama la atención la confluencia de capacidad técnica, inquietud intelectual y política matizadas por una gran sensibilidad social. En 1946 le ofrece la responsabilidad de conducir la atención sanitaria, desde la recién creada Secretaría de Salud (1946). Y en 1949 asume la conducción del Ministerio de Salud y Asistencia Social.
Su capacidad de trabajo y conducción política lo llevó a un lugar de liderazgo junto a otros cuadros técnico-políticos que cumplieron un rol destacado en la construcción del Estado en los años de los gobiernos peronistas.
Su visión sanitaria del país incluía desde el diagnóstico de la capacidad instalada disponible hasta la discusión acerca de los orígenes sociales de la enfermedad.
Su obra en términos materiales y en resultados fue extensísima; la planificación, así como la organización de la Secretaría de Salud primero y del Ministerio después fueron objeto de una obra de planificación sin precedentes en el Estado Nacional.
Su conceptualización con respecto a la Salud Pública y al lugar que debe ocupar el Estado para garantizar la salud de la población es de una claridad que alumbra hasta nuestros tiempos y con la que aún estamos en deuda por lo que nos falta lograr.
A modo de ejemplo: en una conferencia realizada en 1948 Carrillo enumera 15 problemas Sanitarios Nacionales, aspectos a abordar y entre ellos menciona: falta de camas, endemias graves y epidemias, mortalidad infantil y necesidad de control de la natalidad, mala distribución de la riqueza alimentaria, invalidez y muerte prematuras de personas jóvenes por falta de cuidados o de prevención insuficiente, alto costo de medicamentos, problemas de higiene pública y urbanismo, necesidad de organizar registros y estadísticas, coordinación con el subsector privado de salud, salud del trabajador, organización de la fuerza de trabajo en salud, prevención, educación para la salud y salud internacional.
En ese período de ocho años las obras fueron realizadas por intermedio del Ministerio de Obras Públicas, la Subsecretaría de Construcciones del Ministerio de Salud y la Fundación Eva Perón. Se construyeron 141 nuevos hospitales, 60 institutos de especialización, 50 centros materno-infantiles, 16 escuelas técnicas, 23 laboratorios e instituciones de diagnóstico, 9 hogares-escuela, centros sanitarios en todas las provincias. Además de realizar campañas integrales de prevención y control de las endemias y establecer los pilares de la medicina preventiva y social, puso en funciones a EMESTA, la primera fábrica nacional de medicamentos. Los Torneos Infantiles Evita, fueron parte de su propuesta de promover el deporte en la población infantil y al mismo tiempo poder realizar exámenes preventivos a niños y jóvenes de todo el país.
Las camas hospitalarias, uno de los indicadores que preocupaba a Carrillo llegaron a las 130.180 en todo el país, en dependencia de diferentes jurisdicciones
Carrillo se alejó de la cartera sanitaria nacional en 1954, poco tiempo antes de la destructiva llegada al gobierno nacional de la "Revolución Libertadora" en 1955.
Toda su obra se detuvo y en gran parte fue destruida tras ese sangriento Golpe de Estado.
Carrillo se exilió en el Nordeste brasilero donde fue a trabajar como médico.
Murió fuera de su tierra a los 50 años en el año 56.
Sus restos fueron repatriados en 1972 y descansan en su tierra natal del Noroeste argentino.
Bibliografía utilizada:
El derecho a la Salud 200 años de políticas sanitarias en Argentina, Ministerio de Salud, Presidencia de la Nación. 1ra edición, Buenos Aires, 2012
https://www.cultura.gob.ar/ramon-carillo-el-primer-ministro-de-salud-de-la-argentina-10215/
https://elforjista.com/carrillo.htm La salud Pública del Dr. Carrillo