Cada 4 de febrero desde el año 2000, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) y el Centro Internacional de Investigación del Cáncer (CIIC) promueven el Día Mundial contra el Cáncer.
Las propuestas de esta conmemoración se realizan en trienios con un lema que puede ser abordado en acciones diversas y a cargo de actores con diferente alcance. Se valora la iniciativa y la acción individual tanto como la de actores colectivos o la de quienes tienen capacidad de impacto en políticas públicas.
En el trienio 2022 a 2024 el lema es "Por unos cuidados más justos" #PorUnosCuidadosMásJustos
El cáncer es un tipo de enfermedad que representa un problema de Salud Pública a nivel mundial. En 2020 unos 10 millones de personas fallecieron por esta causa.
La distribución de esas muertes es tan desigual como la pobreza de los países y las personas que habitan en ellos. Se estima que un 70 % de esos fallecimientos ocurrieron en los países de menores ingresos.
Los motivos de esa desigualdad van desde la calidad de vida y la posibilidad de evitar factores de riesgo prevenibles, hasta la identificación temprana de estos procesos y el acceso oportuno a su diagnóstico y tratamiento.
Siempre hay algo por hacer
Un primer paso fundamental para que el activismo de la sociedad se haga oír en el mundo frente a este tema es derribar el mito que lleva a creer que el diagnóstico de cáncer es igual a muerte.
Si se comprende que el diagnóstico temprano y el tratamiento cambian sustancialmente el curso de la evolución natural irreversible de muchas de estas enfermedades, logrando incluso la curación, se puede empezar a pensar y problematizar qué sucede en el mundo, en los sistemas de salud de cada país, en relación al acceso a tratamiento.
El cáncer puede prevenirse, detectarse tempranamente o incluso cuando ya está comprometida la salud de la persona: SIEMPRE hay algo por hacer.
¿Qué tipo de enfermedad es el cáncer?
Es un grupo de enfermedades que se originan en un descontrol del ciclo de multiplicación celular: nuevas células se siguen formando cuando no son necesarias u otras que no mueren para ser reemplazadas por otras. Esto produce formación de tumores o masas de tejido.
Estos tumores pueden ser benignos, que es cuando no se diseminan y se pueden extirpar con poca probabilidad de que reaparezcan; o malignos, que es a los que se conoce como cancerosos. Sus células tienen anomalías, se dividen sin control, pueden invadir y destruir el tejido a su alrededor. Desde el torrente sanguíneo o el sistema linfático pueden alcanzar y comprometer a otros órganos (proceso que se denomina metástasis).
Al igual que otros tejidos del cuerpo, las células sanguíneas pueden ser afectadas por estos procesos de crecimiento descontrolado. Es el caso de las leucemias.
Datos epidemiológicos del cáncer
En el mundo, más de 14 millones de casos de cáncer son diagnosticados cada año y casi 10 millones de personas fallecen por esta causa.
Un 30% de los casos de cáncer puede evitarse reduciendo los factores de riesgo modificables.
Los no modificables son la edad, la genética, el efecto de los carcinógenos en las células y el sistema inmunitario.
Los factores modificables son aquellos que pueden ser controlados por las personas, algunos de ellos se reducen especialmente por el acceso a mejores condiciones de vida. Estos son:
Llegar a tiempo con el diagnóstico:
Esto depende de la percepción que las personas tienen de las señales que les da su organismo, de los apoyos con los que cuentan para buscar ayuda, del acceso al sistema de salud y de la capacidad del sistema para reconocer el problema y hacer el diagnóstico.
Algunos síntomas deben llevar a una consulta. Entre ellos: bultos o masas extrañas en cualquier parte del cuerpo; fatiga, cansancio, falta de aire o tos; hemorragias imprevistas o sangrados; pérdida de peso o de apetito sostenidas; dolor; dificultades para tragar, para orinar o evacuar el intestino; sudores nocturnos intensos; cambios en lunares o manchas nuevas en la piel; cambios en las mamas.
No son indicativos de cáncer, puede tratarse de otra dolencia, pero eso debe aclararse con una visita a un centro de salud u hospital.
Para algunos tipos de cáncer frecuentes en la población, existen pruebas de cribado o tamizaje que permiten encontrar datos de esa enfermedad antes que aparezcan síntomas evidentes. Se realizan de acuerdo a edad y/o antecedentes del/la paciente: se utilizan para diagnóstico de cáncer de mama, de cuello de útero, de próstata y de intestino grueso.
Tratamientos
Los tratamientos para el cáncer varían de acuerdo al tipo de que se trate y al estadío. En los últimos años los avances de la ciencia y la tecnología médicas al respecto han sido muy significativos, permitiendo la curación y/o la calidad de vida digna para millones de personas cada año. Incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia, hormonoterapia y terapia génica.
En cualquier momento de los tratamientos, incluso para controlar sus efectos no deseados, se pueden utilizar los cuidados paliativos a cargo de equipos interdisciplinarios que buscan mejorar la calidad de vida del/la paciente y procurar su bienestar en cualquier circunstancia y momento de la enfermedad.
Situación del cáncer en la Argentina
En nuestro país, estimaciones realizadas por el Observatorio Global del Cáncer (Globocan), de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), arrojan que ocurrieron 130.878 casos nuevos de cáncer en ambos sexos en el año 2020.
El cáncer más frecuente en 2020 para la población general fue el de mama, que afectó a 22000 mujeres; le sigue para ambos sexos el colorrectal, con más de 15000 casos, y el de pulmón, con 12000.
En varones, el más frecuente es el cáncer de próstata, con 11000 casos; en ese grupo le siguen en frecuencia el cáncer colorrectal y el de pulmón.
En mujeres, al cáncer de mama le siguen en frecuencia el colorrectal y el de cuello uterino en ese orden; luego el cáncer de pulmón.
Como venimos explicando, el número de casos nuevos de cáncer no se corresponde proporcionalmente con los fallecidos por esta enfermedad.
Las estadísticas de mortalidad en nuestro país nos muestran que el cáncer es la segunda causa de muerte para varones y mujeres, luego de las enfermedades cardiovasculares.
Los tipos de cáncer que generan mayor mortalidad en nuestro país son, para varones el de pulmón y para mujeres el de mama.
Es importante destacar que, en nuestro país, para varones y mujeres se observa una tendencia descendente de la mortalidad por cáncer desde los primeros años del siglo XXI hasta ahora.
Argentina: Políticas públicas contra el cáncer
En nuestro país, desde el año 2010 existe el Instituto Nacional del Cáncer como dependencia del Ministerio de Salud de la Nación. Creado por decreto presidencial de ese año, le otorga a esta problemática un lugar de importancia en la agenda de la gestión estatal en salud. Su principal objetivo es reducir la incidencia y mortalidad por cáncer y mejorar la atención y calidad de vida de las personas afectadas. Para ello implementa acciones relacionadas con la notificación y la vigilancia epidemiológica, la capacitación del recurso humano, el equipamiento de las instituciones de salud y la investigación, de manera de ampliar las capacidades necesarias para dar respuesta en la prevención, el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación. También promueve el trabajo en colaboración e intercambio con otras dependencias semejantes en la región y en el mundo.
En el Ministerio de Salud de la Nación la línea 0800 recibe consultas relacionadas con estos temas.
Algunos Mitos que es necesario visibilizar, problematizar y deconstruir [1]
El cáncer es hereditario, sólo se presenta en personas con familiares que tienen o tuvieron cáncer.
El cáncer no siempre es hereditario. La mayoría de los casos se dan en personas que no tienen antecedentes familiares. Sin embargo, algunos tipos de cáncer se desarrollan con más frecuencia en ciertas familias que en el resto de la población. Por ejemplo, los de piel, mama, ovario, próstata y colon se reiteran a veces en varios miembros de una familia.
El cáncer inevitablemente lleva a la muerte.
Actualmente, gracias a la existencia de diversidad de tratamientos, más de la mitad de los cánceres que se diagnostican de forma temprana, pueden curarse.
Si hay metástasis, no hay posibilidad de cura.
La metástasis (que implica la extensión del tumor a otra parte del cuerpo, más allá de su localización original) suele ser un signo de mal pronóstico; pero no supone que el cáncer sea incurable.
La depresión, la angustia y el estrés pueden causar cáncer.
El hecho de que una persona esté deprimida, triste o con estrés, no genera un riesgo mayor de tener cáncer. No existe ninguna evidencia científica que demuestre la asociación entre sentimientos o estados de ánimo con la aparición de esta enfermedad.
Los edulcorantes artificiales causan cáncer.
Muchos alimentos tienen edulcorantes como la sacarina y el ciclamato. Las denominadas bebidas "light" contienen en su mayoría compuestos como el aspartamo. Estudios realizados en poblaciones humanas no evidenciaron hasta el momento que produjeran cáncer.
La biopsia acelera el cáncer.
La biopsia consiste en la extracción -por medio de una aguja o bisturí- de una pequeña porción de tejido de nuestro cuerpo, para analizar la presencia o no de células anormales (precancerosas o cancerosas). Algunas personas piensan que al hacerse una cirugía o biopsia el cáncer puede diseminarse. Por el contrario, estas prácticas se realizan con métodos muy seguros y se toman muchas precauciones para evitar que las células cancerosas se extiendan a tejidos sanos. Existe también la falsa creencia, de que, durante una cirugía, el contacto con el aire puede favorecer que el cáncer se extienda a otras partes del cuerpo.
Si los tratamientos médicos fallan, las terapias alternativas son una posibilidad fehaciente de curarlo.
Las terapias alternativas pueden ser un acompañamiento de los tratamientos que realice una persona, según las indicaciones médicas. La práctica del reiki, por ejemplo, permite el control de los efectos que pueden producir algunos tratamientos, o la tensión y sufrimiento que puede causar el estar enfermo. Otras, como el consumo de jarabes o sustancias derivadas de insectos o reptiles, no sólo no aportan al tratamiento, sino que además pueden interferir negativamente. Por eso, es importante consultar siempre al médico acerca de la posibilidad de su uso.
No hay nada que una persona pueda hacer para evitar el cáncer.
Varias pautas de vida saludable favorecen la reducción del riesgo de enfermar: una alimentación rica en frutas, verduras y legumbres, baja en grasas y carnes rojas; la actividad física regular; mantener el peso corporal en índices normales, evitar el tabaco y disminuir la ingesta de alcohol. Algunos tipos de cáncer en sus etapas iniciales pueden no causar síntomas y si se detectan tempranamente tienen alta posibilidad de curación. Por este motivo se aconsejan estudios preventivos: a las mujeres, a partir de los 25 años, el PAP y a partir de los 50 años, la mamografía; a varones y mujeres mayores de 50 años, se les recomienda realizar el test de sangre oculta en materia fecal.
Si fumo pocos cigarrillos no tengo riesgo de contraer cáncer.
El riesgo de desarrollar cáncer aumenta a partir del primer cigarrillo que se fuma. De hecho, sólo respirar el humo que exhala una persona fumadora, implica mayores posibilidades de contraer enfermedades cardiovasculares, pulmonares y cáncer. La única cantidad segura de cigarrillos a fumar es cero. Además, es importante promover el cumplimiento efectivo de los ambientes 100% libre de humo. El tabaco es la principal causa evitable de cáncer, no sólo de pulmón sino de vías respiratorias altas, vejiga y páncreas, entre otros. Las personas que dejan de fumar poco a poco reducen las posibilidades de enfermarse.
Si una persona con cáncer recibe cuidados paliativos, significa que va a morir pronto.
Los cuidados paliativos incluyen no sólo la atención al final de la vida, sino que pueden (y es bueno que así sea) brindarse desde el inicio del tratamiento para mejorar la calidad de vida y aliviar los síntomas físicos, emocionales y sociales que producen enfermedades como el cáncer u otras avanzadas o amenazantes de la vida.
Las personas que tienen cáncer inevitablemente van a sufrir dolor.
Tener cáncer no implica necesariamente la existencia de dolor. En los casos en que el dolor aparece, los cuidados paliativos permiten, a través de la indicación de analgésicos, controlarlo y aliviarlo para proporcionar una buena calidad de vida. Estos tratamientos pueden además proporcionarse junto a otras terapias (kinesiología, acupuntura, meditación y visualizaciones).
La morfina genera adicción.
Este analgésico se indica a personas que sufren dolor crónico intenso, sea o no oncológico, a fin de aliviarlo y mejorar su calidad de vida. Los médicos indican claramente en qué casos debe administrarse y en qué dosis. La adicción en los pacientes en tratamiento con morfina es muy poco frecuente, los especialistas coinciden en que la posibilidad de adicción está por debajo del 1%.
El uso de morfina acelera la muerte.
Algunas personas creen que recibir una medicación opioide como la morfina para tratar el dolor, desencadena la muerte. Esta creencia tiene que ver con el hecho de que algunas veces los/as pacientes son beneficiados/as tardíamente por el uso de la morfina para alivio del dolor por desconocimiento o temor a usarla más tempranamente. La morfina debe ser utilizada según la intensidad del dolor; su indicación no tiene relación con la expectativa de vida de la persona a quien se le prescribe.
De acuerdo al marco legal vigente en nuestro país, pacientes de toda edad y condición tienen derecho a ser informados/as y a ser luego escuchados/as en las dudas y decisiones que deseen tomar con respecto al tratamiento que se les ofrece.
El acceso a la información y el esfuerzo por deconstruir el mito del cáncer como enfermedad irremediablemente mortal es fundamental para salir del círculo no virtuoso por el que una persona podría no consultar o no querer acceder a tratamientos en cualquier momento en que se realice el diagnóstico de su enfermedad.
Recomendaciones de lectura:
SONTAG, Susan, La enfermedad y sus metáforas. El SIDA y sus metáforas. Debolsillo, 2011.
SIDDHARTHA, Mukherjee, El emperador de todos los males. Una biografía del cáncer. Madrid, Taurus Pensamiento, 2011
Salaverry Oswaldo. La etimología del cáncer y su curioso curso histórico. Rev. Perú. med. exp. salud publica [Internet]. 2013 Ene [citado 2022 Ene 21] ; 30( 1 ): 137-141. Disponible en: http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1726-46342013000100026&lng=es.
UICC/
https://www.worldcancerday.org/
Ministerio de Salud de la Nación
https://www.argentina.gob.ar/salud/
Instituto Nacional del Cáncer Argentina https://www.argentina.gob.ar/salud/instituto-nacional-del-cancer/estadisticas
OPS/OMS
https://www.paho.org/es/eventos/dia-mundial-contra-cancer-2022
NIH Instituto Nacional Cáncer (en español)
https://www.cancer.gov/espanol/cancer/
OMS
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/cancer