Cada 25 de noviembre conmemoramos el violento asesinato de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), tres activistas políticas asesinadas ese día de 1960 por la policía secreta del dictador Rafael Trujillo en la República Dominicana. Sus cadáveres destrozados aparecieron en el fondo de un precipicio. Para el movimiento popular y feminista de República Dominicana, históricamente, estas mujeres han simbolizado la lucha y la resistencia.
Luego, el 20 de diciembre de 1993, la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, y el 17 de diciembre de 1999, a través de la Resolución 54/134, ha declarado el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer; invitando a los Gobiernos, las organizaciones internacionales y las organizaciones no gubernamentales a que organicen en ese día actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública respecto al problema de la violencia contra la mujer.
Días antes de este 25N, el Gobierno Nacional ordenó el voto de la Argentina en contra de la resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) sobre la prevención y eliminación de todas las formas de violencia contra mujeres y niñas. Una vez más se deja en evidencia el desprecio y la negación hacia las políticas de género de un Gobierno que contradice los tratados internacionales y las leyes nacionales para erradicar la violencia de género y que va en contra de los principios fundamentales de derechos humanos, igualdad y justicia.
La violencia política por razones de género se puede ejercer de manera individual, pero conlleva un mensaje que es social y que termina en un intento de magnicidio o en un triple lesbicidio. Denunciamos que el Gobierno Nacional ejerce violencia de género en dichos, negaciones y acciones: ¡NO QUEREMOS UN ESTADO FEMINICIDA!
Las mujeres y las disidencias sufren hoy la violencia económica que produce una política de brutal ajuste, empobrecimiento y represión. Desfinanciar la asistencia y protección a las personas en situaciones de violencia por razones de género en este contexto es una decisión política del Gobierno de Javier Milei que pone en riesgo la vida de las mujeres.
Reafirmamos que la ESI es la herramienta para deconstruir los estereotipos, mandatos y violencias de género, construyendo vínculos de igualdad y respeto. Sostenemos que es fundamental pensar y reconocer el valor político y social de la igualdad de géneros para resignificar la Democracia en términos de justicia social.
Este 25 de noviembre recordamos a las hermanas Mirabal en cada lucha y rechazamos toda manifestación de odio hacia las mujeres y diversidades que propicie actos y prácticas violentas. Repudiamos el desmantelamiento del Estado y el vaciamiento de las políticas públicas para la igualdad de género.
¡Ni una menos!
¡Vivas nos queremos, con techo, trabajo, salud y Educación!