24 DE MARZO: DÍA MUNDIAL DE LA TUBERCULOSIS

El lema este año es: "Podemos poner fin a la Tuberculosis: Compromiso, Inversión, Resultados".

La Organización Panamericana de la Salud propone convencer a los gobiernos, sectores clave en el abordaje de la salud y a la sociedad civil de que la adopción de un enfoque multisectorial, de que la inversión en acciones concretas son esenciales para acelerar la eliminación de la tuberculosis en la región.

La tuberculosis continúa siendo una de las enfermedades infecciosas más mortales del mundo.

• En el mundo, cada día, cerca de 3.500 personas pierden la vida por la tuberculosis y cerca de 30.000 personas enferman de esta enfermedad prevenible y curable.

En los últimos años, las desigualdades socioeconómicas y la desinversión estatal en la prevención y tratamiento de la tuberculosis han revertido años de progreso en la lucha contra esta enfermedad que afecta especialmente a los grupos sociales más vulnerables.

• De acuerdo con el Informe Mundial de la TB 2024 de la Organización Mundial de la Salud, en el mundo se estimaron 10.8 millones de casos; y 1.25 millones de muertes. Entre ellas se cuentan unos 161 mil fallecimientos por tuberculosis, entre personas viviendo con VIH.

• En la Región de las Américas en 2023 enfermaron de tuberculosis un 20% más de personas que en el 2015.

El número de personas afectadas por esta enfermedad sigue aumentando y las muertes siguen siendo altas. En la región de las Américas se estima que cada día, unas 100 personas pierden la vida por tuberculosis y cerca de 900 personas se enferman de esta enfermedad prevenible y curable.

• Los datos muestran que la situación de la tuberculosis en las Américas es muy seria y debe preocupar y promover acciones concretas por parte de los gobiernos.

• Lxs Trabajadorxs de la salud tienen un papel clave en permitir el acceso al tamizaje, prevención y atención de la tuberculosis para poblaciones afectadas. Los equipos de salud deben estar informados y capacitados para garantizar la implementación de los nuevos esquemas de tratamiento.

• Poder hacer un seguimiento de cada tratamiento es clave: cada paciente que se pierde aumenta el riesgo de tuberculosis farmacorresistente y nuevas infecciones.

• Cada persona curada evita entre 10 y 20 nuevas infecciones.

• La atención debe ser integral y centrada en la persona, incluyendo apoyo nutricional, apoyo informativo, apoyo material y abordaje de adicciones, enfermedades no transmisibles y salud mental.

El mensaje es claro con respecto a que:

• La tuberculosis es prevenible, curable y tratable. Ninguna persona debería perder la vida por una enfermedad que hoy tiene cura. Es responsabilidad de los Estados nacionales garantizar los servicios y recursos esenciales para el diagnóstico oportuno, la prevención y el tratamiento de esta enfermedad.

Actualmente la existencia de tratamientos más breves y por vía oral para el tratamiento debería ser una manera de aumentar la eficacia de los programas de control de la tuberculosis.

En nuestro país, como parte de las políticas de destrucción del Estado que lleva adelante la gestión de LLA, la coordinación que a nivel nacional tenía la responsabilidad de llevar adelante el trabajo para el control de la tuberculosis fue disuelta.

La desinversión no se produce solamente para esta enfermedad. Hubo programas que fueron devastados con desinversión en recursos y despidos masivos en el Ministerio de Salud de la Nación.

Recientemente, en este mismo mes, Profesionales de larga trayectoria y experiencia con responsabilidad en áreas sensibles de la política pública que se desempeñaban en esas áreas, presentaron su renuncia para no ser cómplices de decisiones que dejan en total desamparo la salud de todxs:

"Somos médicas y médicos del Ministerio de Salud, pertenecientes a las direcciones de Vacunas y de VIH, TBC y Lepra, que presentamos nuestra renuncia con profundo pesar ante el desmantelamiento de nuestras áreas, el grave riesgo cierto e inminente que esto implica para la salud pública, y el aumento de los costos a mediano y largo plazo que van a pagar de su bolsillo todos los contribuyentes.

En enero, en medio de un aumento de los casos y muertes por tuberculosis y de nuevos diagnósticos de VIH y hepatitis, se confirmó la disolución de las coordinaciones de Hepatitis Virales y Tuberculosis. Luego, en pleno brote activo de sarampión y de hepatitis A, la reducción del 40% del equipo de VIH y del 30% del equipo de Vacunas.

La evidencia es incontrovertible: la prevención no solo evita enfermedades y sus complicaciones y salva vidas; sino que además reduce significativamente los costos en salud. Sin embargo, las decisiones actuales priorizan el ajuste a corto plazo en detrimento de las políticas de prevención y control, con consecuencias de alto costo sanitario y económico, que son además potencialmente irreversibles para la salud pública.

No vamos a ser parte de un Ministerio en el que los programas esenciales no pueden dar respuesta a las obligaciones básicas que marca la Ley. Nuestra renuncia es un acto de ética médica, de responsabilidad cívica y profesional, y una advertencia urgente. La salud pública no es un gasto: es una inversión en la vida y el bienestar de toda la sociedad".