"Para imponer el proyecto educativo iniciado el 24 de marzo de 1976, se necesitaba la muerte de un Maestro. Para legalizar el desguace de la Nación, y miles de millones de dólares desaparecidos, se empezó robando a ese mismo Maestro un par de zapatos nuevos".
Eduardo Rosenzvaig, "La Oruga en el pizarrón", libro que trata sobre Isauro Arancibia, Maestro fundador de la CTERA, asesinado por el terrorismo de Estado
El 24 de marzo de 1976, los comandantes de las tres Fuerzas Armadas, Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti, derrocaron en la madrugada de ese día, al Gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón, quien había asumido la presidencia tras la muerte del General Juan Domingo Perón, el 1° de julio de 1974.
Este golpe de Estado dio comienzo a la dictadura cívico militar más atroz que asoló nuestro país por más de siete años. Con el objetivo central de implantar un modelo económico de miseria planificada y destrucción del aparato productivo la Junta militar, en complicidad con sectores civiles y eclesiales, desplegó un terrorismo de Estado que consistió en un plan sistemático de exterminio y desaparición de personas persiguiendo, secuestrando, torturando, deteniendo ilegalmente, robando bebés (cuyas madres estaban en cautiverio en los Centros Clandestinos de detención), robando bienes materiales y desapareciendo a 30.000 compañerxs; entre ellxs, más de 800 Trabajadorxs de la Educación.
Las medidas económicas, basadas en el neoliberalismo, tomadas por la dictadura cívico militar generaron un estrepitoso crecimiento de desempleo y de pobreza, que alcanzó un tercio de la población, como también abrió camino a la multiplicación de personas en situación de calle. El fomento de la "libertad del mercado" provocó que el consumo interno cayera abruptamente y dejara severos daños, incluso en el sector industrial.
Entre 1975 y 1982 el producto bruto industrial cayó más del 20 %, la ocupación se redujo en un 35 %, expulsando alrededor de 400.000 personas del mercado laboral; cerraron alrededor del 20 % de los establecimientos fabriles de mayor tamaño y la participación de lxs Trabajadorxs en los ingresos cayó del 49 % en 1975 al 32 % en 1982. Este proyecto económico, con políticas similares, reaparecen en nuestro país cuando sectores políticos de la derecha o extrema derecha argentina gobiernan nuestro país. Se implementaron en los gobiernos de Menem, Macri y ahora, con el Gobierno Nacional de Milei, causando iguales resultados de hambre y desasosiego para nuestro Pueblo.
El 24 de marzo, "Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia", no sólo nos llama a reflexionar sobre lo que nos sucedió como país, sino que también nos invita a tomar conciencia sobre LA PERSISTENCIA Y LA ACTUALIDAD DE LOS CRÍMENES COMETIDOS DURANTE LA DICTADURA.
Aún hay Trabajadorxs desaparecidxs, bebés que hoy son hombres y mujeres que desconocen su verdadera identidad, al igual que sus hijxs. Aún responsables civiles no han sido juzgadxs, no solo por entregar Trabajadorxs Delegadxs, sino también por ser parte de la miseria planificada con la implementación de las políticas económicas neoliberales.
Hoy, a 49 años del inicio de la dictadura cívico militar más sangrienta ocurrida en nuestro país, sostenemos que la Escuela Pública sigue construyendo MEMORIA, buscando VERDAD y exigiendo JUSTICIA para los genocidas militares y sus cómplices civiles. En un contexto de discursos negacionistas y reivindicativos, decimos una y otra vez:
¡NUNCA MÁS ES NUNCA MÁS!
¡SON 30.000!
¡CÁRCEL COMÚN PARA LXS RESPONSABLES CIVILES Y MILITARES!