INFORMACIÓN SOBRE LA HEPATITIS, HEPATOPATÍAS Y VACUNA GRATUITA

El Ministerio de Salud de la Nación anunció en 2014 la incorporación al Calendario de Vacunación de la vacuna para prevenir la Hepatitis B en personas adultas y avanzar así en el control de esta enfermedad que provoca más de 600 mil muertes por año en el mundo. Desde SUTEBA les brindamos una guía con los conceptos más importantes a tener en cuenta: formas de contagio, prevención y tratamientos.

A partir de la introducción al calendario de la vacunación de la vacuna contra hepatitis B en recién nacidos en el año 2000 (Resolución Ministerial Nº 940/00), en los niños y niñas de ONCE (11) años en el 2003 (Resolución Ministerial Nº 175/03), la vacunación obligatoria en el personal de la salud (Ley Nº 24.151) y las recomendaciones de vacunación de los grupos en riesgo (Recomendaciones Nacionales de Vacunación 2008, apéndice 1), ha disminuido la frecuencia de infecciones en la infancia pero aún así siguen notificándose casos en adolescentes y personas adultas no vacunadas o con esquemas incompletos.


Debido a que la vacuna contra la hepatitis B ha demostrado ser eficaz y segura en la prevención de infecciones por dicho virus, se incorporó al Calendario la vacuna gratuita y obligatoria para mayores de 20 años.

¿QUÉ SON LAS HEPATITIS?


La hepatitis es una inflamación del hígado producida por un grupo de infecciones virales que afectan a dicho órgano. El consumo excesivo de alcohol, las toxinas, medicamentos y algunas enfermedades también pueden causarla. Los tipos más comunes de hepatitis viral son la A, B y C.

En Argentina, se estima que 800 mil personas estuvieron en contacto con los virus de las hepatitis B y C.


Para prevenir y tratar estas patologías existen tratamientos efectivos, que son gratuitos en los hospitales públicos, y vacunas contra las hepatitis A y B, que forman parte del Calendario Nacional de Vacunación.

HEPATITIS A Y E

Los tipos A y E son las hepatitis que se contagian por agua y alimentos contaminados, también vinculadas a malas condiciones de higiene.

La infección se puede propagar con más facilidad en lugares cerrados como guarderías, hogares de tránsito y escuelas. Es una enfermedad de denuncia obligatoria e inmediata.


Para prevenir la enfermedad es importante tomar medidas como:

¿CÓMO SE PREVIENE?


Una forma efectiva de prevenir la hepatitis A es la implementación de medidas higiénicas como lavarse las manos después de ir al baño, de cambiar los pañales y antes de preparar alimentos. Además se recomienda cocinar bien los alimentos y consumir agua hervida o purificada y condiciones ambientales como una correcta eliminación de excretas. En el calendario de vacunación oficial la vacuna está indicada y es obligatoria para los niños de un año. También es obligatoria para los trabajadores en riesgo de padecerla: personal docente, de salud, etc.

VACUNA


Se aplica una dosis de la vacuna a los 12 meses de vida o a quienes nacieron a partir de 2005 (en el caso de no haberla recibido al año).También está recomendada para poblaciones de riesgo previa evaluación médica.


¿QUÉ ES Y CÓMO SE DENUNCIA UNA ENFERMEDAD PROFESIONAl?

HEPATITIS B, C Y D

Estos tipos se transmiten por sangre y vía sexual, la B además puede ser transmitida en forma vertical (de la madre a su bebé durante el parto).

Las hepatitis B y C son dos tipos que producen enfermedades en muchos casos silentes en el momento de la infección pero que conducen a enfermedades hepáticas crónicas que derivan en cirrosis hepática o cáncer de hígado en muchos casos y ése es el motivo de la carga de morbilidad que representan para la salud pública mundial y, por supuesto, el daño que representa para la salud de las personas y sus familias.

Se calcula que el 57% de los casos de cirrosis hepática y el 78% de los casos de cáncer hepático están causados por infecciones crónicas de hepatitis B y C


¿CÓMO SE TRANSMITE LA HEPATITIS B?


Principalmente, a través del contacto con la sangre, por relaciones sexuales no protegidas, por medio de la madre infectada al hijo durante el embarazo o por uso de drogas endovenosas, hemodiálisis, acupuntura, tatuajes, pinchazos con instrumentos punzocortantes en personal de salud. También existe una transmisión horizontal al compartir cepillos de diente, tijeras, máquinas de afeitar, con personas con antígenos circulantes.


¿INFLUYE LA EDAD?


La edad en que se contrae la enfermedad aguda determina el riesgo de progresión a enfermedad crónica, es decir, a menor edad, mayor riesgo de adquirir la infección y que tenga evolución crónica. Al prolongarse en el tiempo, ésta puede provocar daños en el hígado (cirrosis) o cáncer de hígado.
En su fase aguda, por lo general, los niños son asintomáticos, al igual que los adultos recientemente infectados y con estado de inmunosupresión. Cuando ellos se presentan pueden ser: fiebre, fatiga, anorexia, náuseas y vómitos, dolor abdominal e ictericia.


¿CUÁLES SON SUS COMPLICACIONES?


El período de incubación de esta patología es extenso: de uno a cuatro meses. La forma clínica más habitual es la hepatitis aguda, que se resuelve espontáneamente en un período entre 1 a 3 meses. Entre un 6 % y un 10 % de los infectados tendrán una evolución a la cronicidad. El riesgo de desarrollar cirrosis por hepatitis crónicas a los cinco años es del 8% al 20%, con una sobrevida en ese período menor al 35%. Por su parte, el carcinoma hepatocelular (cáncer) se observa hasta en el 15% de los pacientes con cirrosis: su pronóstico es malo, excepto en casos de tumores extirpables quirúrgicamente. Las formas fulminantes son raras, menos del 1%, pero en la Argentina son la causa de alrededor de 12 trasplantes hepáticos por año.


¿EXISTE TRATAMIENTO?


En la infección aguda de la hepatitis B no se recomienda tratamiento antiviral puesto que la mayoría resolverá espontáneamente. Pero existen ciertas personas con hepatitis fulminante y necrosis hepática subaguda severa que pueden beneficiarse con tratamientos, pero deben ser evaluados por expertos que indicarán la conducta a seguir.


En el caso de las hepatitis crónicas, en líneas generales cabe aclarar que el objetivo del tratamiento es erradicar o disminuir en forma sostenida la replicación del virus, a su vez, una mejoría de la lesión hepática y prevenir formas más severas de enfermedad.


¿CÓMO SE PREVIENE?


El uso consistente del preservativo disminuye la posibilidad de transmisión viral, sin embargo, la vacunación universal es la estrategia más eficiente para lograr un impacto sustancial en la disminución de la transmisión del virus, tanto para las relaciones sexuales no protegidas como para las otras formas de adquisición del mismo.

VACUNA

Todos los países de América Latina y el Caribe incluyeron la vacuna contra la hepatitis B en sus calendarios de vacunación y en nuestro país, como en otros 25 de los 52 países de la región se realiza la vacunación de los recién nacidos en las primeras 24 horas de vida. Las pruebas para la detección de Hepatitis B y C están disponibles en los sistemas de salud y en algunos países también lo está el tratamiento específico para la hepatitis C (para ella no hay vacuna), pero son muy pocas las personas que acceden al mismo por diferentes motivos.


¿QUIÉNES DEBEN VACUNARSE?

Menores de 20 años que no hayan recibido la vacuna o con esquema incompleto deberían iniciar o completar esquemas, respectivamente.


Además, personas pertenecientes a grupos en riesgo:
• Trabajadores de salud.
• Hemodializados.
• Politransfundidos.
• Hepatopatías crónicas.
• Personas privadas de la libertad y personal de cárceles.
• Hombres que tienen sexo con hombres.
• Heterosexuales con relaciones no monogámicas.
• Usuarios de drogas endovenosas.
• Personas viviendo con VIH/SIDA.
• Convivientes y parejas de portadores de hepatitis B.



¿CÓMO SE TRANSMITE LA HEPATITIS C?


Es una enfermedad infecciosa y se caracteriza por ser asintomática y la gravedad de la misma abarca un amplio espectro: hepatitis crónica severa, cirrosis hepática y hepatocarcinoma. Las personas cursando una hepatitis por virus C agudas o son asintomáticas o tienen síntomas leves e inespecíficos (60 o 70% de los casos). Pueden presentar algunos, fiebre, dolor abdominal, anorexia, coluria, ictericia, vómitos, fatiga y náuseas. Síntomas, como se ve, comunes a las demás hepatitis ya sean virales o no.

Su evolución no depende de la edad de infección. Entre un 75 y 85% de las personas que cursan una infección aguda por hepatitis por el virus C evolucionarán a hepatitis crónica. De este 80% el 20% desarrollará cirrosis en el término de 20-25 años y, el riesgo anual de desarrollar hepatocarcinoma según estudios americanos en su población, es de 1 al 4%.

La hepatitis C se transmite por el contacto con sangre al compartir agujas, jeringas o elementos cortopunzantes; y aunque es muy poco frecuente, también puede transmitirse por vía sexual.

Transmisión por contacto sexual o personal es baja. La prevalencia en las parejas de personas infectadas es del 3% con relaciones monógamas. Este porcentaje aumenta al 4% si tienen varios compañeros sexuales.

Transmisión vertical: También es baja (5 al 8%) pero se ve incrementada en la coinfección de la gestante con VIH (15 a 20%). Aumenta también la infección perinatal con respecto a la vertical (4-7%). Finalmente, en transmisión horizontal se han descripto casos en convivientes no parejas y sin aparente exposición parenteral, lo cual algunos explican por el uso de cepillos dentales, hojas de afeitar, etc.


¿CÓMO SE PREVIENE?


No existe aún vacuna contra la hepatitis C, pero se puede prevenir si no se comparten agujas, jeringas o elementos cortopunzantes con otras personas, y con el uso de preservativo en todas las relaciones sexuales.


¿CÓMO DEBE TRATARSE?


El tratamiento debe ser manejado por los especialistas y se recomienda equipo interdisciplinario por las complicaciones y dificultades que puede llegar a acarrear el mismo.

LA HEPATITIS EN ARGENTINA

En nuestro país se desarrollaron políticas con el propósito de reducir el impacto que las hepatitis virales tienen en la salud de la población.

Entre ellas:

  • La inclusión en el calendario de inmunizaciones obligatorias de las vacunas contra las hepatitis A y B.
  • Desde el año 2012 por resolución ministerial nro 969 se creó el Programa Nacional de Control de las Hepatitis Virales , área dependiente de la Dirección de Sida y ETS del Ministerio de Salud de la Nación. Este programa beneficia a todas las personas afectadas por estas patologías que tengan cobertura de salud por el subsector público exclusivamente y llega a las provincias y regiones sanitarias de la Provincia de Buenos Aires a través de referentes para cada jurisdicción. Además, provee de insumos para el diagnóstico y tratamiento y brinda capacitaciones para equipos de salud, ciudadanía en general y ONGs relacionadas con el tema. También cuenta con una Comisión General Consultiva de asesoramiento en la que participan otras áreas del ministerio con injerencia en la problemática y sociedades científicas, asociaciones civiles y un representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Más allá de los enunciados que puedan hacerse acerca de la necesidad de reducir el impacto que este grupo de enfermedades tiene en la salud de la población, es necesario tener en cuenta que, una vez más, hay que identificar en el campo de la salud a los actores que, con intereses diferentes y a veces antagónicos, participan en la disputa por la salud de la población.

En este caso es ilustrativo el informe que en el año 2017 hiciera la Fundación Soberanía Sanitaria, cuando reclamaba por el acceso a las drogas antivirales para casi 500 pacientes con diagnóstico de Hepatitis C que requerían ese tratamiento. Leé el informe ingresando acá.


Los actores e intereses involucrados son en este, como en muchos casos, representantes del Capital Financiero expresados en el Complejo Médico Industrial (en este caso el de la Industria Farmacéutica) para quienes el derecho a la Salud y la disputa que puedan dar los Estados que intentan garantizarlo se convierte en un enemigo real y simbólico.

MÁS INFORMACIÓN

OPS: 5 cosas que debés saber sobre los virus de las hepatitis

OMS: Materiales gráficos para campaña de prevención

Fuentes

Ministerio de Salud de Argentina

Fundación Soberania Sanitaria

Organización Panamericana de la Salud (OPS)

Organización Mundial de la Salud (OMS)