Es importante que hoy reflexionemos sobre el valor de la vida, sobre el vacío que ha dejado en un aula del país tan aberrante muerte.
Hoy una familia, un grupo de alumnos, y los docentes todos llevamos cuatro años sin la presencia de un ser noble, comprometido, solidario, que se brindaba enteramente a los demás.
Hoy podemos hablar de la bronca y la tristeza que nos causó su muerte, pero también tenemos que hablar de fuerza y acción concreta para que no claudiquemos en nuestro reclamo por juicio y castigo a los culpables.
Hoy es imprescindible que se haga Justicia. Por eso en todo el país resonará el NUNCA MÁS.
Carlos Fuentealba presente, ahora y siempre.